«Cuando comencé a buscar vestido, entré en la tienda y, tras explicar lo que buscaba, me sacaron un diseño. Me lo probé y ¡me encantó! Estaba muy sorprendida de que a la primera pudiera encontrar mi vestido, pero era exactamente lo que buscaba». Isabel Simó se casó con el primer vestido de novia que se probó en La Bohème.
Nuestra boutique está en la calle en la que vive su abuela y, desde hace años, pasando por delante de su escaparate, su tía le animaba a entrar cuando llegara su boda. «Cuando entré, tenía claras ciertas cuestiones. Quería un vestido clásico, con un toque muy femenino, actual y elegante. Además, quería manga larga, cuello cerrado y espalda descubierta», indica.
Añade, además, cuál fue su inspiración. «Soy una apasionada de la historia, así que quería un toque de princesa medieval. Buscaba un vestido cerrado y con mucho encanto.»
Sus complementos más especiales: un velo espectacular y una diadema artesana. «Al velo le pusieron un ribete dorado y quedó precioso junto con la diadema, dorada con incrustaciones de piedras, a modo de corona», explica.
El resultado fue un look nupcial original y diferente. «Es muy elegante. Tiene un cuerpo armado, con forma en los hombros y una espalda abierta espectacular. El tejido es en crepe de seda y el cinturón es dorado, a juego con la corona y el velo».
Si tuviera que darle un consejo a una futura novia, no lo duda. «Le diría que no tenga miedo a mostrar su personalidad, a intentar que su vestido sea una joya especial. Te casas una vez en la vida y tienes que disfrutarlo», concluye.