¿No estás segura de qué es lo que más te favorece? Si en tu boda vas a ser la más bella, necesitas algunos consejos para saber que el traje de novia que has escogido es el correcto. Desde La Bohème 1994 te damos las claves:
La forma
Dicen que la ropa te favorece según el tipo de cuerpo que tengas. Ya sabes, en forma de triángulo, de pera, de reloj de arena y según tu tipo deberías utilizar un vestido determinado y no utilizar el resto. Pero, lo cierto es que cada mujer tiene un tipo de cuerpo diferente, no existen dos personas idénticas y, a partir de esta obviedad, te animamos a que lo enfoques de manera diferente. Destaca tus rasgos más bonitos y sácate el máximo partido. Ya sea tu cintura estrecha, unas bonitas caderas, el pecho, los hombros, el cuello largo y esbelto… Habla con los diseñadores y explícales qué quieres remarcar de tu silueta, ellos te orientaran con la forma del vestido y podrás potenciar tu belleza en ese día tan especial.
El color
Se supone que las novias van de blanco o en tonalidades cercanas, pero las reglas están para romperse y hace años que la moda nupcial dejó de jugárselo todo a un color. ¿Eres atrevida y buscas originalidad? Apuesta por los colores vívidos que más te favorezcan ¿Prefieres ser más clásica? Puedes darle a tu look pequeños toques de tus colores favoritos en los adornos del peinado, el cinturón, los bordados, la pedrería o las joyas que vistas ese día.
El tejido
Si tu boda va a ser al aire libre, lo más recomendable son los vestidos de telas más livianas y abullonadas, con gasas, encajes o chiffón. Las celebraciones en un recinto cerrado requieren de tejidos más sofisticados, como el crepé o satén. Recuerda que las bodas de día siempre van a tener un toque más informal que las de tarde, en las que puedes escoger un estilismo más barroco y recargado.
¡Pide cita en La Bohème 1994 y empieza a decidir cómo va a ser tu vestido de novia!